Se oye música clásica a la par que ella tararea y echa la mente a volar con los ojos cerrados. Él se acerca por detrás rodeándola con sus brazos sosteniendo el cuchillo con el que se dispone a serrar. Cuando ella abre los ojos, sorprendida, deja salir de su boca un grito. Silencio. El rojo domina la escena...carmín, vino tinto derramado por el suelo, la hoja del cuchillo...
Preparando una cena romántica para dos.
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