sábado, 2 de agosto de 2014

Momentos perfectos (VI)

Como en hora punta, la vía colapsó rápidamente.
Como al atardecer, el rojo bañó aquellos túneles.
Como en la madrugada, nadie en movimiento.
Como al amanecer, sólo el aire recorrió las calles.
Un infarto.